Los Proyectos, formales e informales, forman parte de la cotidianidad de las organizaciones de todos los tipos y de todos los tiempos. Incluso aquellos meticulosamente planeados y gestionados sufren retrasos, ya que por un lado obedecen a un supuesto y por el otro a que las variables exógenas se presentan tarde que temprano, es entonces cuando se agrega a nuestro argot el término o expresión “Estar tarde” situación con la que debemos lidiar y tolerar en la justa medida que lo permitan los “Plazos fatales”; por otro lado, si el “estar tarde” se debe a la falta de compromiso del personal involucrado o a la falta de una gestión eficaz del líder del proyecto convendría poner las cartas sobre la mesa, pero esta vez más temprano que tarde. Ahora seamos testigos de como intenta resolver Dilbert un “estar tarde” a su muy particular estilo.
